martes, 20 de enero de 2009

Inflación y las posibles respuestas:

Tercer pantallazo sobre economía elemental: Los mecanismos de la inflación y el remedio.

No me critiquen mucho si soy reiterativo. Lo hago para remarcar puntos inportantes y lograr una mejor incorporación de los conceptos.

LA INFLACIÓN PUEDE PARALIZAR LA ECONOMÍA. Hubo muchos ejemplos de economías con precios tan crecientes que se remarcaba diariamente. Aún con mucho menos que eso, ya la economía no puede funcionar. Los trabajadores deben pedir aumentos todos los meses y eso origina mucho desorden afectando a la producción. Los productores no saben cual será el precio de los próximos insumos que deba comprar y por lo tanto no sabe a que precio vender. Todos aumentan de más por las dudas, incluidos los comerciantes, y eso impulsa la marcha ascendente de la inflación. Se retrae el consumo, se produce menos y se despide gente. En suma: cada día todo funciona peor. Lo hemos visto en Argentina.

NADIE QUIERE TENER DINERO. Todos se apuran a gastarlo porque al día siguiente estará todo más caro. Al aumentar la velocidad de circulación del dinero, actúa como si aumentara el circulante y entonces el gobierno debe retirar moneda del mercado. Retirar mucha moneda del mercado es un método para frenar la inflación, pero no siempre es eficaz. Las ventas, que primero aumentaron, se frenan bruscamente. La gente comienza a cuidar su poco dinero, se pierden muchos empleos y se deprimen los salarios. Se llaman medidas monetaristas las que intentan arreglar las cosas con el expediente de aumentar o disminuir el circulante.

CAMBIAR DE MONEDA ES OTRA SALIDA cuando el caso es extremo. Lo adoptó Sourrille durante el gobierno de Alfonsín, creando el austral, y con un cierto golpe de efecto logró cierto control. Pero eso luego requería un control férreo del gasta público y un pacto con gremios y productores para tomarse una tregua en los aumentos. No resultó por todo esto último. Así su gobierno quedó desamparado y las presiones lo hicieron renunciar 6 meses antes de cumplir con su mandato. Al asumir Ménem en medio de una inflación galopante, hizo algunos malabarismos que al principio no le funcionaron.

DOLARIZAR ES OPERAR CON DÓLARES DE EEUU. Casi lo hace el gobierno de Ménem cuando asumió Cavallo como ministro. De alguna manera consiguieron los dólares necesarios que luego decidieron usarlos como respaldo de un nuevo peso convertible 1 a 1 con el dólar. Hubo que sacar 4 ceros al austral y le llamaron nuevamente pesos. Todos los bancos, incluido por supuesto el central, cambiaban pesos con dólares, en esa relación en ambos sentidos. Se promulgó una ley que garantizaba la convertibilidad “ad eternum” y funcionó durante unos 10 años. Creo que la mayoría del pueblo estaba satisfecho con esa estabilidad monetaria, tanto que el radical De La Rua debió mantener tal convertibilidad como estrategia de campaña.

PERO LA DOLARIZACIÓN TIENE SUS LIMITACIONES: Requiere una gran disciplina en varios sentidos. Por un lado debe asegurarse el equilibrio del presupuesto, o sea que los impuestos deben alcanzar (o mejor superar) a los gastos del Estado. Debe reinar una gran confianza en el país para evitar la fuga de dólares ya que se consiguen muy fácilmente. Ménem, a pesar de la venta de las Empresas del Estado, tomó mucha deuda de organismos internacionales, de particulares extranjeros, y de nacionales. Todo con altos intereses. Eso fue explosivo para la convertibilidad porque las deudas hay que pagarlas en algún momento y los vencimientos llegan. (continuará)

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