El dinero que la gente gana tiene dos posibles destinos: El consumo o el ahorro.
Ambos son parte del funcionamiento de la economía. Si uno consume eso mantiene a las fábricas trabajando. Y si uno ahorra, eso permite dar préstamos para instalar nuevas fábricas. El consumo puede ser en alimentos, o en teléfono celular, siendo esos gastos de todos. O puede ser de peluquería o de vacaciones en hoteles de 5 estrellas, que suelen ser gastos de las clases más altas.
Todos los gastos sirven para mover la economía, porque los hoteles tienen empleados argentinos que deben comer. Lo que no ayuda al crecimiento del país es el gasto en hoteles extranjeros, o comprar artículos innecesarios en el exterior, pues con ese dinero se podría impulsar Argentina.
Tampoco ayuda ahorrar en el extranjero pues ese dinero no va a ser usado en el desarrollo nacional. Por eso hay que crear confianza en el país para que la gente no lleve su dinero afuera.
Hay que cubrir la buena alimentación de todos los niños y dar trabajo a todo el mundo. Sacar a unos y dar a otros, no es legal y crea conflictos que a la larga atentan contra la distribución. Con el país en calma y sin conflictos, la distribución de la riqueza va mejorando en todos los casos. Eso nos dice la historia. Creo que hay que instar a la colaboración y nunca al conflicto, dialogar con todos sin agredir.
El punto es lograr la educación obligatoria de todos, pues con ella los más pobres tendrán acceso a mejores trabajos. Entonces creo que incentivar la educación de buena calidad para todos, obligatoria en serio, es la medida que nos lleva no solo a la mejor distribución sino a otros beneficios de la vida en sociedad.
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